Partes de la Comunicación científica
La comunicación científica es el conjunto de procesos de presentación, transmisión e intercambio de información científica en la sociedad humana; es el mecanismo principal de existencia y desarrollo de la ciencia. En otras palabras, es aquella que permite la transmisión de la información científica desde los creadores, emisores, a los usuarios, destinatarios o receptores por diferentes canales y está expuesta a la influencia de ruidos. En la comunicación científica intervienen:
- Los emisores o autores: Son quienes generan los conocimientos científicos y los transmiten directamente mediante diferentes medios de comunicación a los receptores. Pueden ser individuos, colectivos, organizaciones, instituciones, sociedades, entre otras.
- Los editores como codificadores: es el encargado de reproducir el mensaje enviado por la fuente, perfeccionarlo para su transmisión y prepararlo de forma tal que pueda recibirse más confiablemente. La codificación es un proceso de transformación del mensaje en una señal (por ejemplo, un artículo científico) para transmitirla por una línea de comunicación determinada (por ejemplo, una revista).
- Los trabajos científicos como mensajes: conjunto de signos o símbolos que contienen cierta información de acuerdo a las características propias de cada uno y el formato de comunicación utilizado (cartas, artículos, noticias, etc.). Las principales características del mensaje son: el estilo, la estructura y el contenido.
- Las publicaciones periódicas como medio: es el conjunto de artículos, informes de investigación, tesis u otro tipo de documento científico que sirva de medio para la transmisión, difusión y comunicación de los resultados científicos. Entre estos medios no se excluyen aquellos medios físicos (aire, papel, cinta magnética, disco, entre otros) que permita la transmisión de esta información del emisor o creador al destinatario o usuario.
- Las instituciones de información como decodificadores: proceso de recuperación del mensaje según la señal que se obtiene. Está destinado a convertir la mezcla de ruidos y señales en información útil no ruidosa para el destinatario. La función del decodificador se resume al decir que su papel consiste en maximizar la cantidad de información útil que envía al usuario y minimizar la entrega del ruido. La institución de información es un tipo de decodificador con características especiales, determinadas por los receptores que debe actuar inteligentemente, para aumentar las posibilidades de localización y comprensión (por ejemplo, traducción). Mediante el estudio de los perfiles de sus usuarios las instituciones de información determinan cuáles mensajes son relevantes a cada uno de ellos.
- Los editores, las publicaciones y las instituciones de información como canales de comunicación: conjunto de medios que están destinados a transmitir mensajes, el que puede, por ejemplo, estar formado por el codificador (editorial), la línea de comunicación (publicaciones periódicas) y el decodificador (institución de información)
- El grado de correspondencia entre el mensaje recibido y el enviado constituye lo que se denomina fidelidad de la transmisión y designa, de manera general, la confiabilidad de la fuente y el canal.
- La retroalimentación: es la que se mantiene entre el usuario (receptor, destinatario) y las entidades participantes en el proceso de comunicación científica (autores, editores, instituciones de información, entre otras).
- Los usuarios como destinatarios: último eslabón en la cadena y resulta el elemento más importante por cuanto debe recibir una información generada y transmitida para procesarla, utilizarla y validar la repercusión práctica, incorporar los conocimientos y prepararse para enfrentar la solución de nuevos problemas científicos. Si no sucede así, no se introducirá, ni se aplicará, ni se obtendrá ningún impacto en la sociedad” (Jorge Fernández, F, 2.007:13).
En el proceso de comunicación científica está siendo importante el uso de Internet y las publicaciones electrónicas, ya que, permite un acceso rápido a nuevos descubrimientos y conocimientos. “El número de páginas impresas para reflejar los resultados de los avances científicos y su aplicación sólo puede cubrir la posibilidad de transmitir y asimilar escasamente un cuarto de esta información” (Jorge Fernández, F 2.007:17) En cambio, con el uso de Internet y los ordenadores se pueden almacenar datos, acceder a bancos de datos, rápido intercambio de información y transmitir un gran número de información.
JORGE FERNÁNDEZ, F. 2007 Comunicación Científica. Ciudad de La Habana: Editorial Universitaria
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